jueves, 11 de diciembre de 2008

Para lectores exquisitos*


Salió el primer número de Siwa, una publicación periódica de alta calidad, concebida con el encanto de un diario de otros tiempos y destinada a deslumbrar al lector con curiosas y originales notas sobre viajes y viajeros de todas las épocas.

Siwa no es una publicación periódica más. Por empezar parece dirigida a lectores de otros tiempos, que por uno de esos extraños cruces entre la realidad y la ficción se encuentran anclados en nuestro mundo contemporáneo, aunque no han dejado de soñar jamás con reinos remotos y relatos de viajes forjados al amparo de lo que los editores de esta original publicación han dado en denominar “literatura geográfica”, deliciosa invención terminológica que nos abre las puertas de un universo mágico.

El nombre elegido, Siwa, se inspira en un oasis de África septentrional que de vez en cuando sabe hacer gala de su naturaleza esquiva y desaparece de los mapas. Por lo demás –se nos explica en la “Advertencia del editor” en la segunda página–, “Siwa es una eufonía, un desliz cartográfico, una muesca desértica, una frase musical, si se quiere, pero de ningún modo, hasta hoy, un diario de edición Argentina”. Sí, el editor, que firma al pie como “Audiencia de Confines de la Ciudad de Buenos Aires”, se refiere a Siwa como un diario, aunque a juzgar por su nombre, contenido y periodicidad, no resultaría desacertado considerarla una revista; más aún: una revista escrita con un estilo delicadamente literario.

Para dar vida a la publicación, sus creadores eligieron tipografías y un formato y un diseño que evocan aquellos del siglo XVIII. Un atractivo uso del lenguaje que emula también el de épocas pretéritas permite que el lector se deleite a lo largo de las páginas en las que se despliega una cuidada selección de contenido referido a viajes y viajeros que van desde la antigüedad hasta nuestros días, desde África hasta la isla de los Cinocéfalos, desde la antigua China hasta la Utopía de More, y avanzan a pie por los desiertos, en barco con Simbad el marino, o simplemente se deslizan por los terrenos de la literatura a través de Las mil y una noches, de un misterioso relato inacabado de Edgar Alan Poe, o de los textos recomendados en la biblioteca del muelle, que ocupa la página final.

En Siwa, cada paraje, cada trayecto, cada caminante, cada texto que los presenta ha sido de alguna manera reinventado, hasta la misma ciudad de Buenos Aires, que al entrar a formar parte de Siwa ha dejado de existir tal y como la conocemos para convertirse en un sitio ficticio en virtud simplemente de la frase que incluye su nombre habitual y lo vuelve extraordinario: “Siwa ha sido concebida por la Audiencia de Confines de la Ciudad de Buenos Aires”.

El ejemplar, “profusamente ilustrado” –como se anuncia desde su portada– con mapas y dibujos mayormente antiguos en blanco y negro, se dice vinculado a “los secretos y prodigios de la naturaleza, descripción de países, costumbres, antigüedades, viajes, cultos, ceremonias, bestias de tierra, agua y aire, piedras, reliquias, ritos, mapas, libros, islas, para beneficio y recreación de todos los lectores y en orden exacto a tal y como acontecieron”. Se trata de una promesa que, gracias al trabajo de búsqueda en nutridas bibliotecas y a la eficaz pluma de los autores, se cumple al pie de la letra.

En tiempos de vértigo intenso e invasión inmoderada de información e imágenes que muchas veces pierden sentido a fuerza de repetirse sin cesar, la aparición de Siwa no deja de ser precisamente lo que se ha enunciado en primera instancia: un oasis donde detenernos, maravillarnos, embebernos de curiosidades y como lectores-viajeros de hoy y de siempre, hacer de la lectura un verdadero viaje de placer.


* Publicado en www.leedor.com, diciembre de 2008.


Siwa. Biblioteca Universal de Literatura Geográfica.

Creadores: Salvador Gargiulo, Christian Kupchik, Héctor Roque Pitt.
Diseño y maquetación: Lucas Frontera Schällbaum.
Para contactarse con la publicación: clubburton@hotmail.com
Teléfonos: 4943-7143 / 4541-0693 y 4805-4284
Precio del ejemplar: $15 (en venta en librerías)

viernes, 28 de noviembre de 2008

Ópera en el Avenida, un género que se renueva*


Con una excelente puesta de Las bodas de Fígaro, la compañía Juventus Lyrica cierra su temporada de ópera en el teatro Avenida de la ciudad de Buenos Aires, y se prepara para festejar 10 años de su existencia en 2009.

Para Ana D’Anna, régisseur y directora artística de la asociación Juventus Lyrica, la ópera es teatro en bandeja de plata. Y así ha quedado demostrado en la última puesta en escena de la temporada 2008 en el teatro Avenida con Las bodas de Fígaro, la ópera italiana más popular de Mozart, que se estrenó el pasado viernes 21, y cuyas últimas funciones se realizarán el miércoles 26, el jueves 27 y el sábado 29 de noviembre.

Como en todas las óperas llevadas al escenario por la compañía, hay detrás una dedicación de miniaturista, una paciente labor de artesano que comienza cada fin de año con la selección de jóvenes cantantes y que se forja durante meses con el acento puesto en la pureza de la expresión actoral, a la que se despoja de clichés y de vicios, a fin de cultivar una gestualidad genuina y de lograr personajes capaces de hacer sentir al público que cada obra en escena es arte vivo y que aquello que sucede ante nosotros trasciende la representación y parece acontecer de verdad.

Gracias a esa delicada tarea, Las bodas de Fígaro presentadas en esta oportunidad con casi tres elencos diferentes deslumbran por la cuidada escenografía, el riguroso estilo del vestuario, la dirección musical del maestro Antonio María Russo, la calidad de las voces y la profunda expresividad de los intérpretes. Desde luego, sobresale la armonía de una labor de conjunto. No se ha tratado aquí de llevar simplemente a escena una ópera bufa sino –como expresara Ana D’Anna, a cargo de la puesta en escena y la dirección actoral, en una charla previa al estreno– de trabajar en profundidad y de buscar que el espectador sonría y reflexione a la vez, tocado por la varita mágica de la ficción representada, que no es sino un espejo donde puede verse y comprenderse la naturaleza humana.

En palabras de D’Anna: “Se trata –como dice Shakespeare– de que la acción corresponda a la palabra y la palabra a la acción, y no hablamos de cualquier acción sino de una acción única, que encontramos tras muchos meses de trabajo, poniendo especial cuidado en no traspasar los límites de la sencillez de la naturaleza, ya que todo lo que se opone a ella se opone al fin mismo del arte dramático, que tanto en estos tiempos que corren como en el pasado es servir de espejo a la humanidad: dar a la virtud sus propios rasgos y al vicio su verdadera imagen”.

Ideada por D’Anna en 1998 y activa desde 1999, Juventus Lyrica es una asociación privada de ópera que se sostiene gracias a la tarea constante y desinteresada de sus miembros y al apoyo entusiasta del público, y que en estos 10 años ha crecido y realizado una gran obra en la formación de artistas jóvenes entre los que se cuentan, por ejemplo, el tenor Carlos Ullán, la soprano Soledad de la Rosa (una de las condesas de Las bodas…), la soprano María José Siri o el bajo barítono Lucas Debevec-Mayer.

A lo largo de las distintas temporadas, la compañía ha realizado 57 óperas en las que se ha revelado el talento de más de 1.000 artistas, y más de 100.000 espectadores han tenido la oportunidad de disfrutar de voces nuevas y de aplaudir las atractivas puestas en escena que se llevaron a cabo en el teatro Avenida de la ciudad de Buenos Aires y en otras salas del interior del país.

Y ahora, para festejar el décimo aniversario de actividad ininterrumpida, la asociación invita al público a participar de la temporada 2009, que se inaugurará con una función de gala compuesta por memorables arias y fragmentos de amor, y continuará con Don Pasquale de Donizetti, Amelia al ballo & La solterona y el ladrón –dos breves y deliciosas comedias de Menotti–, la opereta La viuda alegre de Léhar y por último La traviata, una obra que todo el mundo siempre desea ver o volver a ver.

Se trata de una temporada ideal para que se sumen nuevos abonados, gracias a un comienzo que sintetiza con eje en el amor las puestas de los años anteriores, al encantador tono de comedia de gran parte de la propuesta y a la elección de la popular ópera de Verdi, que constituye una perfecta iniciación a este género para quienes quieran acercarse a él por primera vez. Precisamente una de las fuentes que alimentan el espíritu de Juventus Lyrica es hacer que la ópera llegue a todos los públicos, porque la ópera es antes que nada teatro y el teatro le ha sido siempre necesario al hombre para reflexionar sobre la condición humana; porque la ópera es arte y el arte –en palabras de Ana D’Anna una vez más– tiene que estar allí para iluminar nuestra vida.

* Publicado en www.leedor.com, noviembre de 2008.

Las bodas de Fígaro, de W. A. Mozart
26, 27 y 29 de noviembre a las 20:30
Teatro Avenida, Avda. de Mayo 1222
Buenos Aires, Argentina

Juventus Lyrica
Tel/Fax: 4394-2002 / 4327-5401
Abonos para la temporada 2009
www.juventuslyrica.org .ar

jueves, 2 de octubre de 2008

Insomnio

No podía dormir, de modo que me dispuse a contar ovejas. Una dos tres cuatro cinco, las ovejas comenzaron a brotar de la nada y a ocupar su espacio en el corral muy cerca del granero. Yo las miraba desde arriba; era de noche, noche de luna llena. De pronto, exactamente luego de la séptima oveja, surgió un cerdito. Pequeño, simpático, rosado era el cerdito, como el de aquel film Babe. Qué hacer con el cerdito, me dije. Y para no mezclarlo con las ovejas lo coloqué en un nuevo corral. Ocho nueve diez, siguieron las ovejas saliendo de la nada y cada tanto —o mejor dicho puntualmente cada siete ovejas— un nuevo cerdito. Ya tenía tres cerditos, me acuerdo bien, y veinticinco ovejas, cuando apareció una cabra. Miré a la cabra con recelo y al fin la ubiqué en un nuevo corral, un poco alarmada a estas alturas —no la cabra sino yo— por las complicaciones de las que se iría tiñiendo sin remedio mi futuro cercano si seguían cayendo nuevas especies animales en el centro cada vez más desesperante de aquella noche en vela. Y de pronto, sobre el techo del granero vi agazaparse con toda claridad una pantera negra, colérica y deslumbrante. Entonces corrales, cabra, cerditos y ovejas retrocedieron de inmediato, y la mano enorme y enguantada de la oscuridad se descargó implacable sobre mi conciencia.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Lost in Translation

Quisiera saber —le dije a la vendedora del bazar en pleno Buenos Aires, mientras señalaba dos fuentes expuestas en un escaparate— si estas dos fuentes son de peltre. Sí, me respondió. Entonces le pregunté a qué se debían las diferencias de color y de brillo. Ah, no (se corrigió entonces): el material de esta no es peltre sino pewter. Creí advertir cierta ironía en el tono, pensé que la vendedora tenía muy buen sentido del humor, y sonreí. Pero en cambio la mujer, más seria que nunca, aclaró: sí, esta fuente es de pewter y esta otra de peltrina. Claro —dije yo—, pewter es peltre en inglés. No —insistió la mujer—, esta fuente es de pewter y esta otra de peltrina. Entiendo (repetí y traté de que nos entendiéramos), pero pewter es lo mismo que peltre, solo que en inglés, ¿podría entonces decirme cómo se dice peltrina en inglés? Todo lo que puedo decirle —fue la respuesta— es que esto no es peltre sino pewter, ¿le interesa comprar alguna de las fuentes? No gracias —le contesté—, como no hay nada de peltre buscaré en otro bazar, tal vez tenga mejor suerte en Londres o en Nueva York o en Amsterdam o, por qué no, incluso en Tokio.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Book Launching

El pasado jueves 4 de septiembre se realizó la presentación de El imperativo del agua en la Boutique del libro de Palermo, Buenos Aires.

En el siguiente enlace podrán ver las Fotos.
Y en este podrán acceder al Audio.

Muchas gracias a todos los que me acompañaron. Gracias a Kiwi por oficiar de fotógrafa, a Guadalupe por la grabación, a Mónica y Emiliano por sus palabras. Gracias también por todos los mensajes de quienes no pudieron asistir. Y ya estoy escribiendo la próxima.

jueves, 24 de julio de 2008

Sobre mi novela recién publicada


Por Mónica López Ocón*

La existencia carece de sentido. Sólo en la literatura las cosas suceden por algo y para algo. El sentido, en consecuencia, es un efecto de la lectura. Por eso, sólo en ella –y en su contracara, la escritura– es posible encontrar consuelo al sinsentido de la vida.

El imperativo del agua de C. M. Pasquetti pone al descubierto que toda pequeña felicidad, toda posibilidad de huída de la miseria gris de lo cotidiano tiene, necesariamente, carácter literario. Esta será la revelación que Roberto Gotti, periodista que carga con un pasado de triunfo y un presente de derrota, tendrá al cabo del largo periplo que lo llevará hasta su último entrevistado, el nadador Ismael Bracquo.

A veces, sólo a veces, la vida parece poder eludir el azar al que está sometida, para entrar, como el relato literario, en el terreno de la causalidad o por lo menos, de la coincidencia. Ismael, para quien el agua es también productora de sentido, le debe su nombre al narrador de Moby Dick, la novela que despertará en Gotti el deseo de escribir una novela.

La literatura –tanto para el que escribe como para el que lee– es, según la autora, una tabla de salvación, la posibilidad de alejarse de la mediocridad de las redacciones periodísticas, del resentimiento gris de ciertos editores, de los golpes de mala suerte que conducen al fracaso. Pero las historias literarias no se encuentran sólo en los libros. El padre de Gotti, zapatero de profesión, leía en los zapatos gastados de sus clientes la forma que estos tenían de andar por el mundo. Ismael lee los mensajes secretos del agua. Gotti comienza a descifrar los signos que Melville parece haber trazado para que él, un hombre vencido por el desencanto, le encontrara un sentido a su vida.

En El imperativo del agua, C. M. Pasquetti construye con maestría lingüística y riqueza imaginativa el entramado de una historia a partir de monólogos de sus personajes. Cada uno tiene un tono, un vocabulario, una forma de mirar el mundo que lo torna tan reconocible como un rasgo físico. No es preciso fijarse en el encabezamiento de cada capítulo para saber quién habla.

Se trata de una novela que narra el proceso de escritura de una novela como proceso de descubrimiento vital. Es decir, se trata de una novela que se duplica en otra, como si se mirara en un espejo. O como si se reflejara en el agua.

*Mónica López Ocón es licenciada en Letras, escritora y periodista. Trabaja como editora de la sección cultural de la revista Noticias y colabora como crítica literaria en diversos medios argentinos.